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miércoles, 26 de septiembre de 2018

Reseña Histórica de la Educación Técnica en la Provincia de Buenos Aires

En 1947 se oficializaron las hasta entonces llamadas “Escuelas Argentinas” y aparecen con el nombre de Escuelas Profesionales, con creaciones en toda la provincia.
Aproximadamente en el año 1948 comienza a funcionar la denominada “Universidad del Trabajo”, en horario nocturno, en local de la Escuela Primaria Nº 5 “T. Espora”, ubicada en las calles 1 y 38 de La Plata. Al oficializarse en el año 1951, pasa a denominarse “Escuela de Capacitación Nº 1”. En ella se dictaban cursos  diversos, de uno a tres años de duración, entre los que se encontraban: Electricidad, Mecánica, Dibujo Técnico, Telegrafía y Construcciones.
En esta ultima en que los egresados obtenían el diploma de “Constructores”, se ensayó una ampliación en dos años, para obtener el título de “Maestros de Obra”, intermedio entre “Constructor” y “Maestro Mayor de Obras”, título este que solo se obtenía en los Ciclos Superiores de las Escuelas Industriales de la Nación. Este título Mayor de Obras tuvo dificultades en el ejercicio profesional, por cuanto no se compatibilizaba con las exigencias del Consejo Profesional de la Ingeniería para su habilitación. Como consecuencia de ello, su vigencia se limitó a un solo egreso.
En el año 1955 se disuelve esta Escuela de Capacitación y sus cursos pasan a ser dictados en Escuelas Profesionales de la Provincia. Algunos de los docentes quedaron en el ámbito provincial y otros pasaron a desempeñarse en Escuelas de Capacitación Nacionales, dependientes en aquel entonces de la Comisión Nacional de Aprendizaje y Orientación Profesional.
Por entonces, en la provincia ya funcionaba el Departamento de Escuelas Profesionales y Escuelas Fábricas, el que tomó su máximo impulso con la conducción del Prof. Tuano Bernaola, como  Jefe del Departamento y el Ing. Carreras como Inspector General. En ese periodo se elaboraron planes de estudio actualizados, conformándose comisiones para cada especialidad, que el suscrito integró.
Debe destacarse que las Escuelas Fabricas desempeñaron un rol importante en la preparación profesional, ya que la formación general humanística y técnica, se agregaba una gran actividad práctica, convirtiéndose en escuela de producción.  Una de ellas se estableció en Chascomús con la especialidad Carpintería. En la misma, con la mano de obra de los alumnos aprendices, se ejecutaban bancos pupitres y mobiliario para las escuelas. La otra, ubicada en Don Bosco, partido de Quilmes, era textil y se producían telas para uniformes de la policía de la Provincia. A pesar del éxito, en pocos años dejaron de funcionar. Para ese entonces se mantenían las Escuelas Profesionales (Orientación Vocacional), con numerosos cursos, normalmente vespertinos, que cubrieron una franja educativa profesional muy importante. Entre otras se dictaron las siguientes especialidades: Mecánica del automotor, Electricidad del automotor, Instalaciones eléctricas, Construcciones, Dibujo mecánico, Dibujo de construcciones, Telegrafía, Contabilidad, Dibujo artístico, Corte y confección, Bordado a mano, Dibujo publicitario, Mecánico dental, etc.
Entre los años 1957 y 1958 se creó el “Centro de Análisis e Investigación para la Enseñanza Técnica”, cuyos integrantes profundizaron el estudio de los planes y programas, elaborando las bases para que en el año 1960, con el impulso del entonces Ministro de Educación, Dr. Ataulfo Pérez Aznar, se creara la primera Escuela Normal Técnica del país, ubicada en la calle 48 entre 8 y 9 de La Plata (cursos nocturnos). Su finalidad era abarcar el perfeccionamiento, con cursos de un año de duración y de formación del docente técnico de enseñanza práctica en tres años.
Con la dirección del Prof. Jorge Calderón y Vice dirección del Prof. Gabriel Asenjo Escuela Normal Técnica y un grupo de destacados y entusiastas profesores, entre los que se encontraban la Prof. Dra. Catalina Antelo de Husson, Ing. Pfluger, Prof. Leonor Derosa de Bacigalupo, Prof. Medina, Prof. Sra. De Sangiácomo, Ing. Aníbal Rimoldi, y otros, junto a un selecto grupo de Instructores de Taller, con la Jefatura del Sr. Loto, se encaró el dictado de cursos en las áreas de “Ciencia y Técnica”, a la que concurrían ingenieros y técnicos de ciclo superior, “Cultura General”, destinada a adaptar al medio técnico a profesores de cultura general, e “Instructores de Enseñanza Práctica”, destinado a técnicos y personas de oficios diversos, para los talleres de enseñanza práctica de las escuelas técnicas.
En todos los casos concurrieron docentes del ámbito Nacional y Provincial, como así también potenciales postulantes al ingreso a la Enseñanza Técnica. En el área de Instructores de Enseñanza Práctica, se dictaron cursos completos de tres años de duración, al cabo de los cuales se obtenía el título de docente que priorizaba su postulación en el ingreso a la docencia técnica, para desempeñarse en esa especialidad. Cabe acotar, que el año siguiente de la puesta en marcha de la Escuela Normal Técnica, el Consejo Nacional de Educación Técnica, implementó los cursos de Profesores para Enseñanza Técnica, tomando como base la experiencia en el ámbito provincial. La Escuela Normal Técnica desarrolló métodos de enseñanza práctica que marcaron rumbos para una nueva forma de aprendizaje. Las “Series Metódicas”, en los que se estudiaban tiempos, secuencias y conocimientos básicos, modificaron la forma tradicional de la enseñanza práctica y trascendieron el ámbito provincial.
En la década del 70, por falta de presupuesto, dejar de funcionar la Escuela Normal Técnica, la que indudablemente, con lo demostrado hasta entonces, tenía una misión muy importante para el mejoramiento de la enseñanza técnica.
En el año 1961, se crea en la provincia la primera Escuela Técnica Industrial, a la que se le adjudica por tal circunstancias el Nº 1 y posteriormente el nombre de “Valentín Vergara”. La Dirección y Vice dirección fueron encomendadas a los mismos docentes que ejercían esas funciones en la Escuela Normal Técnica, por extender la experiencia obtenida en la que se llamó Escuela Piloto.
La planificación general estuvo a cargo del cuerpo directivo mencionado y se optó por modificar el concepto de formación de técnicos imperante hasta entonces en el orden nacional.
Se programaron dos ciclos, el básico y el superior, con tres años de duración cada uno. El básico perseguía la doble finalidad. Por un lado la implementación de asignaturas humanísticas tradicionales, con las bases para una promoción al ciclo superior y por otro, la formación de oficios, con una asignación entre doce y quince horas de taller semanales. En el primer año, los mismos eran rotativos: Carpintería, Hojalatería y Ajuste Manual.
En el segundo y tercer año, donde los alumnos con la participación del departamento de Orientación Vocacional y los padres, que integraban la familia de la escuela, habían optado por la especialidad, desarrollaban las actividades propia de las mismas.